Juan Pérez Guardado, quien ocupaba el cargo de director de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Fresnillo, Zacatecas, fue asesinado la mañana de ayer miércoles en un ataque armado en la ciudad, según confirmó Rodrigo Reyes Mugüerza, secretario de Gobierno del Estado, a través de su cuenta de X.

Escribió: “Hace unos momentos se registró una agresión en contra de un funcionario público del municipio de Fresnillo en el que perdió la vida. Las fuerzas del orden han reforzado los operativos en el área con el objetivo de brindar seguridad e intensificar la búsqueda de las personas responsables”.

El ataque ocurrió cerca del hospital privado Real de Minas, a menos de dos kilómetros del centro de la ciudad, y se dirigió contra un “funcionario de primer nivel” vinculado a la familia Monreal. Según los primeros datos, Juan Pérez Guardado realizaba labores de limpieza en el camellón central de la avenida cuando fue atacado por individuos armados que se desplazaban en una motocicleta, siendo él el único blanco de los disparos.

Autoridades a nivel local, estatal y federal se movilizaron al lugar para llevar a cabo un operativo de búsqueda de los presuntos agresores. Medios locales informaron sobre un fin de semana letal en Fresnillo, con seis personas asesinadas, contribuyendo a la percepción de inseguridad que sitúa a la ciudad como la más afectada en el país.

Juan Pérez Guardado, de 58 años, era hermano de María de Jesús Pérez de Monreal, esposa de Ricardo Monreal. En una conferencia de prensa, senadores de Morena informaron que Monreal se trasladó al Estado de Zacatecas para atender la situación familiar. La familia Monreal tiene una destacada presencia en la política local y nacional, con Ricardo Monreal como coordinador del oficialista Morena en el Senado, David Monreal Ávila como actual Gobernador de Zacatecas desde 2021, y Saúl Monreal Ávila, quien fue presidente municipal de Fresnillo hasta septiembre de 2023.

Zacatecas, siendo una zona de tránsito de drogas hacia Estados Unidos, se encuentra en disputa entre carteles, contribuyendo a una profunda crisis de violencia e inseguridad. En los últimos cinco años, se han registrado 4,548 víctimas de homicidio y feminicidio, así como 2,371 casos de secuestros, detenciones ilegales y otros delitos contra la libertad, según datos recopilados por México Unido contra la Delincuencia a partir de fuentes oficiales.