Amigo en caída libre
Con todo y los millones de pesos de la Secretaría de Educación del gobierno del estado de Yucatán (Segey) que se desvían a las fiestas, juntas y propaganda personal del titular de esa dependencia, Liborio Vidal Aguilar sigue por los suelos en las preferencias electorales.
El chapulín vallisoletano no engaña a la militancia blanquiazul y de sus frustradas aspiraciones a la gubernatura (el PAN ya cerró filas en torno al alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha), de un momento a otro hasta se le podría caer la casi segura Senaduría, y a ese paso no le alcanzará ni para una diputación federal.
Mes con mes el electorado ve que el amigo Libo va en caída libre. En su desesperación, el funcionario no deja de rifar teléfonos de última tecnología y patinetas eléctricas, así como invertir en publicidad personal en vez de atender las carencias de las escuelas.
Lo peor del caso es que los recursos, en la SEGEY se están empleando para todo, menos para la educación de los niños, incluso personal de la dependencia está operando para Liborio en lugar de hacer su trabajo, es decir, cobran sin trabajar.
Como es el caso de la supervisora de escuelas primarias Diana Balám, quien además está en abierta campaña sindical.
Lo peor del caso, es que los números no mienten, y es que ahora las encuestas muestran claramente que para Senador, le han robado la preferencia por Rommel Pacheco, y Julián Zacarías está a apunto de rebasarlo. Todo por hacer política barata, en lugar de ponerse a trabajar.