Este fin de semana los usuarios de ordenadores de Apple experimentaron problemas con la actualización a macOS 11.0 Big Sur, la última versión de este sistema operativo que por fin está disponible. Ciertas aplicaciones no respondían y no se ejecutaban si estos ordenadores estaban conectados a internet.
Eso hizo que un experto en ciberseguridad detectara algo singular gracias a esas caídas: Apple, que siempre ha presumido de respetar la privacidad de los usuarios, estaba según él recolectando un buen conjunto de datos de sus sesiones en sus Mac. ¿Para qué lo hace? La polémica está servida, pero análisis adicionales de otros expertos lo niegan y Apple también ha aclarado la situación.
La acusación: Apple espía a sus usuarios
Jeffrey Paul, investigador de ciberseguridad, publicaba un análisis en el que explicaba cómo esos problemas con macOS estaban muy extendidos y comentados entre la comunidad de usuarios, y reveló que “resulta que en la actual versión de macOS, el sistema operativo le manda a Apple un hash (identificador único) de todos y cada uno los programas que ejecutas cuando los ejecutas“.
Los datos recolectados son la fecha, hora, modelo de ordenador, proveedor de servicios de internet, ciudad, estado y hash de aplicación. Según este investigador, eso significa que “Apple sabe cuándo estás en casa, cuándo estás en el trabajo. Qué aplicaciones abres y con qué frecuencia”. En realidad Apple lleva haciendo algo similar desde macOS Catalina, publicado en octubre de 2019, y algunos aseguran que de hecho recolecta estos datos desde la versión anterior, Mojave, que apareció en septiembre de 2018.